¿Cómo se presenta la aritmética cuando hablamos de arquitectura?

Publicado el 3 de septiembre de 2024, 13:13

la proporción en la arquitectura

La proporción en arquitectura está intrínsecamente ligada a principios aritméticos que permiten crear composiciones equilibradas y visualmente atractivas. La belleza de muchos edificios, especialmente en la arquitectura clásica, se debe a la aplicación precisa de relaciones matemáticas entre los distintos elementos que los componen es una cuestión aritmética.

A través de la aplicación de relaciones matemáticas precisas, los arquitectos pueden crear edificios que no solo sean funcionales, sino que también resuenen estéticamente con quienes los experimentan. La aritmética no es solo una herramienta técnica, sino una clave para alcanzar la armonía en el diseño arquitectónico.


Desde la antigüedad, los arquitectos han utilizado la aritmética para establecer proporciones armónicas en sus diseños. Por ejemplo, en la arquitectura griega, las columnas no eran simplemente estructuras de soporte, sino que seguían proporciones matemáticas muy específicas. Las columnas dóricas, por ejemplo, tenían una altura que era ocho veces su ancho, mientras que las jónicas y corintias tenían proporciones de nueve y diez veces, respectivamente. Este uso repetido de módulos aritméticos, donde una unidad base se multiplica para determinar otras dimensiones, garantizaba un equilibrio y una armonía que resultaban agradables a la vista.

Este enfoque aritmético no solo se aplicaba a las columnas, sino a toda la estructura. Los griegos y romanos desarrollaron sistemas proporcionales que podían analizarse y replicarse usando principios aritméticos, lo que facilitaba la creación de edificios que mantenían una coherencia estética y funcional.

La relación entre proporción y aritmética se ha mantenido relevante a lo largo de los siglos. Vitruvio, un arquitecto romano, estableció en sus tratados la importancia de las proporciones en la arquitectura, destacando cómo la relación matemática entre los elementos de un edificio contribuía a su funcionalidad, estabilidad y belleza. Siglos más tarde, Le Corbusier reintrodujo la proporción áurea en la arquitectura, una relación matemática que puede expresarse numéricamente como 1:1.618034. Esta proporción se encuentra en muchas obras de arte y arquitectura, desde el Partenón hasta la Mona Lisa, y sigue un patrón aritmético que genera un equilibrio natural en los diseños.

La escala, que se refiere a la relación dimensional de un objeto en comparación con otro, también se basa en principios aritméticos. La aritmética permite establecer relaciones entre diferentes elementos del diseño, asegurando que el edificio mantenga una coherencia tanto interna como externa. Por ejemplo, si un arquitecto decide utilizar una proporción específica para las ventanas de un edificio, esa misma proporción puede aplicarse aritméticamente a otros elementos, como puertas o fachadas, creando un diseño cohesivo.

Aplicar la proporción en la arquitectura moderna implica seguir principios aritméticos de manera consciente. Algunos arquitectos, como Mies Van der Rohe, utilizaron módulos basados en dimensiones de materiales industriales estándar, aplicando aritmética para multiplicar estas medidas y generar proporciones consistentes en todo el diseño. Otros, como Le Corbusier, usaron la proporción áurea para guiar el diseño de sus edificios, aplicando esta relación matemática a cada elemento del proyecto.


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